Se disputó el último partido en copa del Real Betis Balompié. El equipo hizo lo que si hubieses pensado fríamente, cabía de esperar. Jugó a lo que sabe jugar: juego horizontal, intentar mantener la posesión, alguna que otra ocasión en ataque, pero sin saberse desenvolver bien en el área y concediendo ocasiones al rival por fallos propios. Ese es el Real Betis de este año y cómo no iba a ser menos en la semifinal de copa, también mostró sus señas de identidad.
Los hombres encargados de luchar esta vuelta: Joel Robles ocupando la portería, Francis de carrilero izquierdo, Sidnei de central izquierdo, Bartra en eje central de la defensa, Mandi central derecho y Joaquín en el carril derecho. El medio del campo fue para Guardado, Carvalho y Canales. Arriba Jesé segundo delantero detrás de Lo Celso. Falso nueve en este 1-5-3-2.
En cuanto a sustituciones, salieron del campo Francis, Guardado y Sidnei. Entraron Loren (64′), Tello (78′) y Feddal (84′). Como ya sabemos, la situación fue irreversible. Llama poderosamente la atención que metiendo a Feddal arriba para balones aéreos, los jugadores no colgaran balones.
La clave del encuentro:
El modelo del Real Betis, ya ha sido estudiado y retratado.
Realmente sólo hay una clave en la vuelta de semifinales de copa, y no es otra que entender que los rivales ya tienen tomada la medida a los verdiblancos. Ya han estudiado el modelo de Setién, saben donde flojea y por tanto, cómo van a ganarles a los de Heliópolis. Saben de la horizontalidad, saben que terminarán concediendo la ocasión de contrataque tras pérdida, saben que los carriles son un desastre. También saben que tras pérdida el equipo está totalmente desarmado con tres centrales demasiado adelantados que tienen que defender en carrera de espaldas, porque es así, no se ha estudiado la manera de hacerlo diferente, de crear alertas defensivas y estar armados. Se deja demasiado a la providencia divina y capacidad de los centrales para resolver situaciones demasiado difíciles. Se supone que esto se hace a cambio de un equipo volcado al ataque que torpedea constante la portería rival, no es así.
Conclusiones.
Febrero ha sido un golpe de realidad para el Real Betis, este equipo tiene aun demasiadas carencias para competir entre los mejores de Europa. Ha sido hora de bajarse de la UEL, y hora de bajarse de la Copa del Rey, a nuestro parecer de manera justa. Las razones las hemos dado a lo largo de varios post y por supuesto lo hemos analizado en la pizarra. Un proyecto aún verde, que necesita mucho más trabajo: la dirección deportiva que falló en la planificación, el equipo técnico que falto de experiencia se ha encontrado sobrepasado, un sistema que necesita unos arreglos para que no sea tan obvio el juego y la manera de hacer daño, unos jugadores que necesitan también madurar la propuesta y adquirir tensión competitiva.
