La pizarra | Real Betis vs Real Valladolid. 9ª Jornada. Temp. 18/19

La pizarra | Real Betis vs Real Valladolid. 9ª Jornada. Temp. 18/19

Jornada novena del campeonato nacional y el beticismo se empieza a preocupar. El juego del Real Betis está atascado, sin ritmo y el equipo está carente de carácter competitivo. Algo de lo que venimos insistiendo desde hace jornadas y lamentablemente no hay visos de cambio.

El Real Betis salió al campo con el siguiente once: Pau López en la portería, Junior de carrilero izquierdo, Sidnei de central izquierdo, Javi Garcí­a al eje de la defensa, Marc Bartra central derecho y Francis en el carril derecho. El medio del campo era para Inui, Canales, Carvalho y Boudebouz. Puesto de delantero para Loren. El esquema empleado el reconocible 1-5-4-1. Las variaciones desde el banquillo comenzaron desde la obligación: Javi García  salí­a del terreno lesionado por Mandi (43′). Inui salía del campo por Sergio León (60′). Por último, unos minutos para Lo Celso, que salió por Canales (72′). El segundo de los cambios llegó ya con el gol encajado, buscando un segundo rematador, salió del campo un Inui muy desafortunado. El tercer cambio pareció responder a la búsqueda de frescura.

Claves del encuentro:

El gol de Antoñito.

Cuelgan al área cómodo desde la banda izquierda al hueco, hacia segundo palo. Sidnei no ve la llegada a tiempo y Junior no llega a su marca. Disparo a placer, a Pau Lopez le llega a tocar en la mano pero no lo para. Un gol evitable si se hubiese defendido con más intensidad, desde la banda izquierda la pone con tranquilidad, mirando con comodidad ante la pasividad de la defensa.

De nuevo con poco, el rival gana.

Nos parece estar escribiendo la pizarra de la jornada uno, pero la triste realidad es que es la nueve y es el Valladolid, no el Levante. De nuevo al rival le bastó con estar ordenado y hacer correr un poco a la contra para hacer demasiado daño a este Betis.

La idea de Quique Setién.

La idea del míster está consolidada, el equipo sabe a que hay que jugar y que hay que hacer. Hasta aquí­ bi­en, pero falta empezar a añadir la personalidad de cada uno. No basta con poner sobre el tablero las órdenes del equipo técnico, toca madurarlo y que cada uno encuentre su propio rol en este juego. Porque esto es lo que se ve en el Real Betis, un equipo de automatas que intentan hacer lo que le han dicho sin dosis de personalidad propia cual robots programados (salvo alguna excepción). Parece que el equipo sale al campo a interpretar un papel, no hacen suyo el juego y el resultado es algo gris, insulso.

El equipo no parece saber competir, el ritmo es de pretemporada. Se piensa demasiado con la pelota en el pie, se arriesga poco a la hora de intentar cosas en ataque, se anda mucho y se corre poco sin el balón. Por lo que llegamos a la siguiente reflexión:

Falta velocidad, intensidad, carácter individual y descaro.

El Real Betis de Quique Setién debe jugar con un par de marchas más. Pero no se trata de correr sin más, se trata de correr con sentido. En el estilo de juego que quiere Setién no puede ocurrir que sólo intente correr el que tenga la pelota en ese instante, los otros nueve deberí­an estar en constante movimiento siempre buscando una mejor situación de pase para su compañero (y no del primer pase sino leer la jugada de un segundo pase). Pero si quedas parado o lo intentas hacer andando/trotando toda la ventaja es del defensor. También echamos en falta más atrevimiento, convertir el juego en algo más vertical hacia el área rival.