Bienvenidos de nuevo a la pizarra de betis.mobi, no hay buenas noticias béticos, el equipo está empantanado. Nos aventuramos en esta sección allá contra el Éibar a decir varias cosas que a más de uno le sonó a barbaridad, hablamos de cambio de tendencia y hablamos sobre la racha que se venía. Bueno, ahí están los resultados, vamos al partido de Butarque.
Rubi y su equipo sacaron de inicio a: Joel Robles en la portería, Emerson lateral derecho, Bartra y Mandi de centrales, Álex Moreno lateral izquierdo, Guido como pivote, W. Carvalho, Aleñá, Canales, y Joaquín mediocampo con Borja Iglesias en punta. No estaba Fekir que fue expulsado como recordamos por amarilla y otra de regalo. Con respecto al esquema, 1-5-4-1 habitual.
Tema sustituciones, Emerson, Guido y Joaquín dejaron su sitio a Barragán (46’), Loren (46′) y Tello (74′). La doble sustitución y la charla del vestuario algo cambió, dado que la primera mitad del encuentro fue de los locales, el Leganés superó al Real Betis aunque no consiguió transformarlo en gol. En la segunda parte si hubo algo más de intercambio, el Real Betis tuvo la de Aleñá, la oportunidad más clara del encuentro. La entrada de Tello no supuso nada importante, el catalán sólo intentó desbordar una vez y obturó.
Claves del partido:
Partiendo de la primera que ya la conocemos de memoria en esta sección, pero esta vez vamos a pararnos a analizarlo.
Tendencia decadente. ¿Por qué? Lo analizamos.
El juego del Real Betis se ha empobrecido, ahora a los heliopolitanos le cuesta generar fútbol, está creando poco. Los verdiblancos están lejos de nuevo de ese equipo que quería hacer muchísimas ocasiones de gol como deseaba Rubi, apisonador y vertical. El Real Betis es un equipo ansioso que quiere correr y llegar pero sin efectivos y que quiere defender con presión alta y también suelen faltar efectivos. Terminamos viendo un equipo desordenado que concede espacios por esa falta de rigor táctico.
No estuvo Fekir, no hay magia.
La falta del francés sobre el tapete verde supuso que a los sevillanos les faltara esa mágia, desborde, atrevimiento. Si es verdad que Aleñá lo intentó tantas veces como pudo pero le faltó cobertura en muchas ocasiones, líneas de pase que no lo hicieran irse a estrellarse con tres o cuatro defensas, en soledad y sin soluciones. Cuando más suerte tuvo pudo sacar una falta.
Y no hay mucho más que destacar, el Real Betis alguna ocasión generó, pero por lo general fue un mal partido, algo insulso. El Leganés batalleó bien y la primera parte se la podemos otorgar sin debatir demasiado. El Real Betis de Rubi podemos definirlo a estas alturas como un equipo que fuera de casa no funcionó y eso solo da para permanencia, hay cambio de tendencia o ya sabemos lo máximo a lo que se aspira.
