Imposible dar un paseo por la historia verdiblanca más gloriosa y no recordar a Robert Jarni y su zurda de oro.
El futbolista croata llegó al Real Betis en junio de 1995, procedente de la Juventus italiana y permaneció en el club verdiblanco hasta 1998.
Llegaba con fama de gran jugador, sobre todo tras su paso por la selección de su país, aunque no explotó realmente hasta llegar a Heliópolis.
En sus tres temporadas actuó en un total de 98 encuentros ligueros y anotó 19 goles.
Jarni fue un gran extremo izquierdo con una pierna zurda que era un guante y cada pase suyo era un regalo para los delanteros de aquella época. Además poseía una velocidad endiablada y un gran golpeó a balón parado, anotando varios goles de falta, así como uno de saque de córner directo.
En su primera temporada de verdiblanco el croata jugó 34 partidos y anotó 8 goles. Era un Betis que competía en UEFA, haciendo un gran papel y cayendo eliminados en octavos por el Girondis de Burdeos, y que luchaba en la liga por volver a competiciones europeas, objetivo que no acabaría alcanzado tras terminar octavo y desfondado en el último tramo.
La campaña 96-97, fue la más brillante para el futbolista croata, tanto en lo individual como en lo colectivo, realizando el club de las trece barras una de las mejores temporadas de su historia, acabando cuarto clasificado y proclamándose subcampeón de Copa del Rey. Jarni actuó en un total de 36 encuentros y anotó 5 goles.
La 97-98 fue su útima temporada en el Villamarin y también la más discreta para el. Participó en 28 encuentros y marcó 6 goles.
Los verdiblancos realizaron una gran actuación en la extinta Recopa de Europa llegando a cuartos de final, siendo eliminados por el Chelsea inglés y en liga terminó en el octavo puesto logrando volver a repetir clasificación europea.
Tras esa campaña empezó a ser de dominio público sus desencuentros con la dirección del club, los cuales acabaron con su salida en verano de 1998.
