Don Lorenzo, hasta siempre

Don Lorenzo, hasta siempre

Cualquier despedida es triste y dolorosa. Y más aún cuando una parte no quiere que se vaya la otra. Y nunca sabremos la verdadera razón por la que se va la otra parte. Y es que la otra parte no es otra que don Lorenzo Serra Ferrer.

Después de las razones que los máximos dirigentes del club verdiblanco dieron el pasado lunes a la salida del club de una de las figuras más importantes en la masa social del Real Betis Balompié, parece que la división grada-palco se ha hecho mucho más grande. Y es que ningún bético entiende la decisión tomada. Según Haro y Catalán, por el balear. Nunca sabremos toda la verdad, y si solo ese cambio de rol, parece ser el detonante para la salida de Serra. Mucho se va hablar de malas relaciones y egos, pero la única verdad es que don Lorenzo, ya no está entre nosotros. No quiero valorar su salida, pero sí todo lo que ha dado al beticismo.

A partir de estas líneas ya voy a hablar en primera persona, porque tengo la suerte de haber vivido todo lo bueno del legado de un mito para muchos, pero sobre todo un hombre que ha hecho al Betis, cada vez que lo ha tocado, un poquito más grande.

El técnico natural de Puebla, llegó al club verdiblanco en febrero de 1994, sustituyendo a Sergio Kresic. Cogió a un equipo en Segunda a 12 partidos de acabar la liga y fue capaz de ganar 10 y empatar 2, logrando un ascenso épico. El ascenso se consumó en Burgos, el conjunto bético ganó por cero a dos, con goles de Márquez y Aquino. Puedo decir que viví en las gradas de «el Plantío» un ascenso inolvidable, en un campo de los que ya no existen, porque aún recuerdo después del pitido final, la invasión del campo por la afición verdiblanca, en la que afortunadamente también me encontraba yo.

El 28 de Junio de 1997, es otra de la fechas marcadas en mi calendario. A Madrid llegaba con una ilusión enorme y con las calles de la capital repletas de aficionados verdiblancos. Lamentablemente esa final no la pudimos ganar, en un partido memorable y con un Betis a la altura de las circunstancias. El FC. Barcelona derrotó en la prórroga al equipo de Serra, pero el equipo se dejó la piel en el campo, y en la grada la afición, la que nunca falla. Después de esa final saltó una polémica con Lopera y el técnico mallorquín fue destituido.

En el verano de 2004, comenzaría la segunda etapa del sargento de hierro. Probablemente una de las mejores campañas de la historia del Real Betis Balompié. El 29 de mayo de 2005, es un día histórico para el beticismo, en el estadio Son Moix, precisamente en su tierra, y después de empatar a uno, con gol de Marcos Assunçao, Serra Ferrer conseguiría clasificar al equipo verdiblanco para la Liga de Campeones, siendo el primer equipo andaluz en clasificarse para la máxima competición europea.

Veintiocho años después, el conjunto de las trece barras, volvía al mismo escenario donde levantó la primera Copa de su Majestad el Rey. Volvía al Vicente Calderón. Un 11 de junio de 2005, tenía la suerte de poder recorrer las calles de Madrid inundadas de la marea verdiblanca. Y seguidamente poder disfrutar, en el ya desaparecido templo rojiblanco, de un partido de infarto, en el que un gol de don Daniel Martín Alexandre “Dani» en el minuto 119. El último título del equipo bético, que afortunadamente pude vivir en directo.

«He ayudado un poco a engrandecer la historia de este gran club»

Esas fueron sus palabras, en un programa de radio, que engrandecen su figura como hombre humilde y trabajador.

A la espera de que algún día pueda celebrar algún otro campeonato, desde aquí solo puedo agradecer a don Lorenzo Serra Ferrer por todas esas alegrías, que como “loco de la cabeza» que he podido vivir en primera persona, han sido un poco o un mucho por su culpa.

Ayer, el ex vicepresidente deportivo de la entidad heliopolitana, ha ofrecido una rueda de prensa, para despedirse. Como no podía ser de otra manera se ha ido sin hacer ruido, aunque ha dejado claro que con resignación, ya que a su entender, se ha hecho un buen trabajo. También pide una razón, ya que no la entiende. Y las diferencias, en cuanto al apoyo a Setién, las califica como el detonante del distanciamiento con la directiva. Concretamente con Catalán, al que considera principal artífice de su despido.

Se va un señor que se viste por los pies. Un caballero que espero que vuelva algún día, para volver hacer historia con el Betis, o celebrarla a nuestro lado.