Se me viene a la cabeza mi abuelo y mi tío, los dos béticos más grandes que he conocido. Si, soy bético de tercera generación. Por mencionar mis recuerdos más recientes, ya que mi bisabuelo llegó a ser el socio número 10. Y por eso no soy más bético que nadie. Pero me acuerdo de ellos, porque la vergüenza que siento tras los últimos acontecimientos, no son los valores del beticismo que de ellos aprendí.
Sentir lo que ese escudo significa va mas allá de un simple equipo, de una simple camiseta. Esto si alguno no lo sabe aun, es un sentimiento. Y no el sentimiento que ustedes entienden por el «manquepierda», porque muchos no saben lo que eso significa. Yo soy el primero que soy muy exigente y quiero un Betis en lo más alto, soy el primero que critica las malas gestiones y las malas actuaciones y el primero que siente vergüenza cuando el equipo se arrastra. Pero ellos me enseñaron que esta afición es única, que nunca dejaba a su escudo solo. Eso es el «manquepierda». Ir todos en una dirección y querer al escudo, pase quien pase, mande quien mande, o juegue quien juegue. No significa conformarse con todo. Pero esto de la afición única, cada día me genera mas dudas. Cada día el beticismo está más dividido y así se hace mas difícil que el equipo esté a la altura del escudo.
Ahora resulta que no nos gusta el color de la segunda camiseta. No quiero ni pensar que podría pasar si se cambiara el nombre del estadio, o el escudo, como ha pasado en otros clubes. La cuestión es dividirse, es crear un ambiente de crispación, pase lo que pase. Si se ficha a un jugador de 40 años como si se ficha a un juvenil. Y no quiero decir con esto que tengamos que estar de acuerdo con todo lo que se haga, ni que nos callemos con todo. En esta vida, por lo menos a mi me lo enseñaron así, se puede decir todo, pero con respeto y educación.
Las imágenes de la tienda, no me provocan más que repulsa, por decirlo de una manera suave. Me provocan un sentimiento de rabia, ver que alguien que siente lo mismo que yo, actúa así. Lo siento, seguro que habrá alguien que esté a favor de estas cosas, pero no comulgo con estas actuaciones. No y mil veces no. Luego querremos que vengan grandes entrenadores, grandes jugadores, pero quien va a querer venir aquí como está el patio.
Y saben una cosa, a mí tampoco me gusta la camiseta. Bueno no es de las que más me agrada, porque cualquiera que lleve en el pecho el escudo de la trece barras, tendrá mi respeto. Como ya he dicho antes esto ya es protestar por protestar. Lo importante, con esta o con otras, es que el que la vista se deje la piel, y cada vez que se la pongan la suden como si fuese la última vez que la pudiesen vestir.
Protesten, discutan, reclamen, pidan y exijan pero desde la unión y el respeto y siguiendo los valores y la educación que nos han enseñado. Hagámoslo por lo más importante, el Real Betis Balompié.
