Artículo de opinión | Los errores del pasado y la pandemia marcan el mercado de fichajes

Artículo de opinión | Los errores del pasado y la pandemia marcan el mercado de fichajes
  • Analizamos el papel de Antonio Cordón en este mercado de fichajes atípico

Una vez cerrado el mercado de fichajes, es momento de sacar conclusiones y valorar el trabajo de los primeros meses de Antonio Cordón al frente de la dirección deportiva. Si siempre es complicado hacer balance de la gestión en el mercado de fichajes, este año lo es más ante el gran impacto de la pandemia en el mundo de fútbol.

El Real Betis, y como otros muchos equipos, han visto sus arcas duramente golpeadas por las crisis del coronavirus. Pero este no es el motivo único que ha hecho que el club se haya movido poco en el mercado. Y es que Cordón ha recogido la herencia de los errores de la temporada pasada, tanto deportivos como de gestión, que han disminuido el margen de movimiento ante diferentes jugadores. La pésima clasificación de la temporada pasada (15º), unido a los grandes salarios que tienen algunos jugadores de la plantilla bética, y a otras gestiones que después pasaremos a opinar, han debilitado el músculo financiero de la entidad sevillana.

Un mercado a la baja

Ante esta situación, la dirección deportiva ha entendido los recortes y ha tenido que optar por jugadores que terminaban contrato. A coste cero, han llegado Claudio Bravo, Martín Montoya, Víctor Ruíz y el último en llegar, Juan Miranda. Salvo el lateral izquierdo, se ha optado por jugadores que conocen la Liga, con experiencia y que puede aportar rendimiento desde la rotación. De los 4 fichajes, sólo podemos entrar a valorar de momento la influencia de Claudio Bravo. A pesar de las dudas con respecto a su edad, el portero ya ejerce como líder y sus prestaciones hasta el momento son inmejorables hasta que una lesión de rodilla le ha hecho perderse los últimos encuentros. Aunque Martín Montoya ya ha disputado sus primeros minutos con la camiseta del Betis este año, son insuficientes para entrar a valorar al lateral. Al igual que Víctor Ruiz, que todavía no ha debutado con las trece barras.

Los 4 fichajes vienen a reforzar la defensa, una de las parcelas del equipo que más carencias han arrastrado en estas últimas temporadas. Quizás por nombre, se esperaban jugadores de mayor nivel que elevaran la competencia en la defensa, pero será el césped el que determine si la apuesta por ellos ha sido acertada o no. Lo mejor, que se le han hecho contratos cortos, por lo tanto, de no rendir, al año que viene quedarían libres.

Ante la falta de incorporaciones, los jugadores que han vuelto de sus respectivas cesiones han sido considerados como refuerzos. Son los casos de Sanabria, Ruibal y Víctor Camarasa. Salvo el último, que cayó lesionado en pretemporada, los otros dos están teniendo protagonismo con Pellegrini.

Sin ventas, no hay compras

Sólo Feddal e Ismael han sido las salidas que ha reportado algo de dinero al presupuesto verdiblanco. Según las informaciones que hay sobre sus traspasos, el Sporting de Lisboa pagó por el marroquí algo menos de tres millones de euros, y el Atlético de Madrid por Ismael, cerca de dos. Las demás bajas, han sido o rescisiones o jugadores que terminaban contrato. De esta forma abandonaron el club Barragán, Javi García, Narváez o Kaptoum. El caso del camerunés viene a explicar lo que comentábamos como un ejemplo de error de gestión. El jugador salió cedido al Almería y renovó por el club verdiblanco, y antes del cierre del mercado se le rescindió su contrato. Salario, parte de los años de contrato…por ahí se han ido un dinero curioso. Rescisión será también el final de Francis Guerrero, que se ha quedado sin dorsal en el primer equipo.

Aunque se ha especulado mucho sobre alguna venta para acometer los fichajes, o no han llegado ofertas o las que han recibido han sido consideradas insuficientes, por lo que ha sido imposible hacer operaciones grandes, como la de Martínez Quarta.

Mantener el bloque, el mejor fichaje

Salvo algunos cambios, Pellegrini está optando por el mismo once que sacaba Rubi el año pasado. Aunque la temporada pasada resultó ser un fiasco, si el objetivo el año pasado era Europa, este año, con un entrenador de más renombre tiene que haber el mismo objetivo. En líneas generales, la plantilla debe de dar para alcanzar dicha cota, si bien es verdad que la defensa, y hasta lo visto la delantera, deja algunas dudas.

Pero haber retenido a jugadores como Canales, Fekir, Emerson o Carvalho, jugadores con un gran cartel, habla de la convicción de Antonio Cordón en creer en este proyecto. Ya sólo queda que jugadores como Bartra o Borja Iglesias, futbolistas con una calidad contrastada, se reenganchen de nuevo y vuelvan a su mejor nivel.

Conclusiones

¿Se podía haber reforzado el equipo mejor? Posiblemente. ¿Se podía haber sacado algo por algunas de las salidas o vender a alguna pieza para reforzar posiciones prioritarias del campo? Puede ser. Quizás en un contexto diferente o con una situación económica mejor, hubiéramos visto todo el potencial de Cordón como ya ha demostrado en sus anteriores etapas en otros equipos. Pero toda la culpa no es suya. Pasar de un año a tener el mayor presupuesto de la historia del club, a no gastar nada, explica que la gestión del año pasado no fue para nada buena.

Aunque su labor en el marcado de fichajes puede ser mejorable, sí hay que resaltar su trabajo dentro del club. Para muchos que pedían un hombre del fútbol dentro de ese vestuario, parece que él está encarnando esa figura. Nexo de unión con los jugadores, cambio de chip, trabajo psicológico con los futbolistas (como pudimos ver con los carteles con las frases motivantes el día del Valladolid) o reestructurando el organigrama, parece que los pasos de Cordón en ese sentido si están siendo adecuados. Ahora bien, lo que dictará sentencia es sí la pelota entra.