La pizarra: Cádiz – Real Betis

En la noche del martes se disputó en el Ramón de Carranza el encuentro entre el Cádiz y el Real Betis correspondiente a los dieciseisavos de la Copa del Rey. Durante el partido, pudimos apreciar dos maneras de jugar al fútbol muy diferentes.

Por un lado, el equipo dirigido por Quique Setién, como viene siendo habitual y pese a alinear jugadores poco habituales, buscó un fútbol pausado y de toque para controlar el encuentro. Para ello, alineó un 4-3-3 formado por:

Dani Giménez bajo palos; Amat y Tosca en el centro de la zaga; Rafa Navarro y Redru en los laterales; Narváez y Fabián escoltados por Javi García en el centro del campo; Nahuel y Boudebouz en las bandas; y Sergio León como referencia ofensiva.

Cuando el equipo de Heliópolis disponía la posesión, Javi García cerraba junto con Amat y Tosca cualquier opción de peligro. Los laterales Rafa Navarro y Redru (el cual debutaba con el primer equipo) subían y se situaban junto a la línea de cal (ocupando el ancho del terreno de juego). Esto provocaba que Fabián, Nárvaez, Boudebouz y Nahuel aparecieran entre líneas, haciendo así mucho daño a la defensa amarilla. Mientras que Sergio León esperaba oportunidades en el área rival. Así llegó el primero gol del partido, obra de Sergio León.

Hasta el gol de Álex Fernández el equipo verdiblanco dominó el partido. A partir de ese momento, el Cádiz creó mucho peligro al contraataque.  En la segunda mitad, el técnico cántabro buscó dar aire fresco al equipo pero sin modificar mucho la idea táctica. Para ello, dió entrada a Campbell, Camarasa y Barragán por Boudebouz, Nárvaez y Rafa Navarro.

Por otro lado, Álvaro Cervera trató de crear peligro a la zaga verdiblanca a través de transiciones rápidas y una fuerte presión a la salida de balón. Con ese objetivo alineó un 4-2-3-1 con:

Yañez; Carpio, Servando, Villanueva, Bijker en defensa; Jose Mari y Abdullah como pivotes; Moha Traoré, Álex Fernández y Dani Romera; y Barral en el centro del ataque.

Al comienzo la presión del conjuto amarillo era muy tímida, pero a partir del gol conseguido por Álex Fernández la dinámica cambió de manera drástica. El gol subió la moral al equipo y empezó a realizar fuertes presiones a la salida de balón para provocar robos y contraataques rápidos. Durante la segunda mitad, Cervera continuó con la misma estrategia debido a las numerosas ocasiones que creaban. Por ello, las sustituciones fueron hombre por hombre sin trastocar la formación. Los cambios fueron Garrido, Álvaro Garrido y Carrillo por Jose Mari, David Barral y Dani Romera.

Al final, el Betis consiguió una victoria que le deja con medio pié en octavos de final, mientras que el Cádiz debe de ganar en el Villamarín para seguir compitiendo en  la Copa del Rey.