El Real Betis se enfrentará en la jornada decimoséptima a un rival peligroso. A un león herido pero no muerto, y que en las últimas ha hecho amagos de volver a rugir con fuerza.
El conjunto de Vasco comenzaba la temporada con un nuevo inquilino en el banquillo: Cuco Ziganda. Un hombre de la casa, que conoce lo que es el Athletic y que prometía imprimir carácter al equipo y hacer olvidar rápidamente a una leyenda del banquillo bilbaino como es ya Ernesto Valverde. Sin embargo, la temporada no está resultando todo lo positiva que desearían en El País Vaco.
Solo cuatro triunfos en lo que van de campeonato ha conseguido el equipo rojiblanco hasta la fecha, sumando también seis empates y seis derrotas. Unos datos nada positivos si se tiene en cuenta que los leones son un equipo acostumbrado a luchar por jugar en Europa año tras año.
En lo que respecta al sistema de juego, Ziganda no es un hombre caracterizado por su valentía. Suele emplear un sistema 4-4-1-1 o en su defecto 4-4-2 con una idea de juego basada en defender bien para salir al contragolpe gracias a la velocidad de jugadores como Williams o Susaeta.
Por supuesto otro de los valores a destacar de este equipo es el juego aéreo: Aduriz o Raúl García supondrán un peligro real para un Betis al que le cuesta una inmensidad detener las jugadas a balón parado.
La fragilidad del equipo llega en forma de lesiones y situaciones extradeportivas: Munian está lesionado del menisco y Balenziaga también está afectado muscularmente. A estos dos jugadores también hay que sumarle la baja de Kepa, que tiene ya un pie puesto en el Real Madrid.
La convocatoria final ofrecida por Ziganda está compuesta por Bóveda, Saborit, Laporte, Beñat, Iturraspe, Williams, Iago Herrerín, Susaeta, I.Lekue, X.Etxeita, Mikel Rico, De Marcos, Aduriz, Vesga, Raúl García, Unai Simón, Córdoba, Nuñez.
